Blog

23.09.2023 17:40

Yeah, It's party-kickin' shit! But anyway, what we need is some real techno! Return to soul, it's time for a change! From the streets of Frankfurt PCP Inferno Bros by force, on a mission to defend the face. We're all slaves to the rave, need a bass!” La voz del mago de Kill Off. Sí, sí, os lo juro, eso es lo que se decía en los círculos makineros en los que me movía a principios de siglo, como una suerte de evangelio, como una verdad oculta, como un conocimiento arcano; al cabo, como un chismorreo de viejas. A mí el concepto me parecía fascinante, el mago del hardcore, una suerte de deidad barbuda, impartiendo catequesis ravera a unos hardcoretas que, al menos en mi caso, estaban más verdes que una lechuga. No me lo tengáis en cuenta: tendría 15 o 16 años y acababa de iniciarme en el estilo. “Yo soy yo y mis circunstancias”, que dijo Ortega y Gasset; por lo que, aunque a día de hoy sepa que eso es una absoluta gilipollez, no puedo separarme del entorno que me ha tocado en suerte y que ha modulado cuándo y cómo he tenido acceso a la cultura. En consecuencia, desconociendo si la voz pertenece a Marc Acardipane o de Thorsten Lambart, confundadores de Planet Core Procutions, para mí siempre será la del mago de ID&T, aunque se refiera a una persona que no ha existido jamás. Y ahí comenzó el dilema. La diatriba. La encrucijada en el camino.

Por un lado, a principios de la primera década del año nuevo milenio, me hallaba totalmente alieando con un tipo de hardcore que empezó a expandirse, como una mancha de aceite, en el mundo makinero. La makina comenzaba su particular caída a los infiernos y sellos holandeses como Masters Of Hardcore o Rotterdam Records y, por supuesto, el sello italiano Traxtorm Records, vinieron a acompañar y, a la larga, suplir, muchas sesiones makineras; principalmente en la sala que siempre ha sido mi absoluto referente: Pont Aeri. Por ese motivo, el new style es el hardcore que más conozco, que más aparece en mi biblioteca musica, que más recuerdos me trae. Por ese motivo, realicé una sesión cojonuda -esta mal que lo diga yo, pero así es- en homenaje a este tipo de hardcore. Por ese motivo, tengo colgado aquí, en la pared de mi despacho, el vinilo definitivo de esta vertiente hardcoreta -al menos, para mí-: Evil Activities - X-Tinction.

Por el otro, no obstante lo anterior, a través de Internet y en la misma época comencé a buscar otro tipo de hardcore más cercano a aquel Slaves To The Rave que me fascinaba sobremanera. Hardcore más oscuro y underground que lo que me ofrecía Pont Aeri, es decir, algo que además de gustarme me permitiera hacerme el interesante frente a mis amigos –algo que no me gusta nada, ejem-. El caso es que, Napster mediante y conociendo pocos artistas del estilo, comencé a buscar en ese p2p a salto de mata, como no podía ser de otra manera, pues no tenía ni la más puta idea de lo que estaba buscando. Y así me bajé con una calidad indigna el DJ Paul Elstak - Gabber. Y así me bajé, con unos infames 112 kpps, el Hard Creation - 1984. Y así me descargué, asimismo, el The Masochist vs Buzz Fuzz - Hardkoor. Y, por supuestísimo, el DJ Promo vs Digital Boy - Serious Damage, uno de mis temas fetiche; como el Phreak Ya Speaka. O el Nosferatu - Fuck The Prejudice. Ni que decir tiene que, visto retrospectivamente, estos temas siguen siendo new style y tienen de underground lo mismo que el Thrillseeka, por lo que, realmente, aunque no lo supiera, continuaba en el mismo sendero al que he hecho referencia en el anterior párrafo, pero encendieron la llama de querer ir más allá; y así, por pura casualidad, llegó a mi ordenador la absoluta revelación, la senda que estaba buscando en este laberinto: el Knightvision – Knight Of Visions.

 

Puñetazo sobre la mesa. Cabezazo contra la pared. Baile vergonzante en la habitación. Este hilo sí que era sorprendente, sí que era totalmente diferente a lo que estaba acostumbrado, sí que era digno de seguirse y, además, establecía un vínculo que no acababa de comprender del todo entre la makina y el hardcore, no tanto como estilos que podrían pincharse juntos, sino como estilos que, al menos en una dirección, tenían vasos comunicantes. Con el tiempo, he descubierto que, en efecto, los breaks del artcore y el gabber, así como el uso de determinados sonidos, samplers o estructuras, y por supuesto la velocidad de las producciones, eran herramientas que utilizan Ruboy y Requena en muchas de sus producciones makineras. Con el tiempo, he comprobado que la makina catalana bebía no sólo del happy hardcore inglés –al que yo llamo UK Hardcore, obviando que las producciones de Hellfish o DJ The Producer también podrían tener esa denominación sin parecerse en nada-, el dance europeo y el techno, sino de esta modalidad concreta de hardcore. Y para muestra, un botón que es absolutamente descarado: comparen ustedes el Clima-X - Flea con el Spiritual Dilemma - Spiritual Anthem. Aquí nos pasamos de plagio, Gerard.

El caso es que este hardcore uptempo -parezco un entendido y todo, ojo- me volvía completamente loco. Del Knigthvision pasé al Predator y, de ahí, a cruzar el charco con Delta 9 o Lenny Dee. Sin embargo, no pude tirar todo lo que me hubiera gustado de ese hilo, pues a principios de milenio no tenía muchos medios y estaba demasiado enfocado en la makina e incluso en el trance, el techno, el electro, el synthpop ochentero o el hardcore más mainstream de la época, entre otros; por lo que, en cierto modo, mi pasión por este tipo de hardcore se diluyó un poco en esa vorágine musical electrónica. Vamos, resultó de aplicación el consabido dicho: quien mucho abarca, poco aprieta. El hilo de perdió en el ovillo. La balanza se decantó por el new style.

Realmente, tuvieron que pasar muchos años y una pandemia para que recuperara el gusto por esta tipología de hardcore. Por pura casualidad, por esas serendipias que de vez en cuando suceden para cambiarte la vida en momentos de aburrimiento confinado, me salió en vídeos recomendados de YouTube el Ophidian - Abandon. Coño, el tipo de Butterfly, me dije; y escuché ambas caras de ese LP de principio a fin varias veces, quedando absolutamente prendado tanto por el Abandon como por el End The Earth; tanto, que decidí dedicarle un podcast al bueno de Conrad Hoyer. A tal efecto, recurrí una herramienta de uso habitual para mis podcasts de repaso de sellos makineros: la web de discogs. Y, de ese modo, descubrí que tenía otro pseudónimo -Trypticon- y que su carrera musical había crecido bajo la tutela de un tal Patrick van Kerckhoven, alias Ruffneck, que para más señas era nada más y nada menos que el productor de aquel evangelio musical llamado Knightvision - Knight Of Visions. Boom. De repente, se abrió una ventana a aquel hardcore olvidado y no pude sino saltar hacia la música extrema que me aguardaba en sellos como Ruffneck Records, Gangsta Audiovisuals o Enzyme Records.

 

Desde entonces, la idea de preparar una sesión que condensara mi manera de entender este tipo de hardcore fue rondando mi cabeza como un proyecto que comenzaba a ser realizable, pues ya tenía en mi haber música suficiente para que tomara forma, pero no acabó de cristalizar hasta que se celebró el torneo hardcore en el foro Radical Resistance. Hasta entonces, mi camino por el sendero del estilo había sido, como habéis podido comprobar, errático, pero a partir de ese momento empecé a hacerme una idea más ordenada y completa del hardcore, profundizando todavía más no sólo en Ruffneck Records, sino en Mokum Records, Deathchant o Industrial Strength Records, por poner ejemplos paradigmáticos. Ahora sí. El proyecto, la sesión, mi pequeño homenaje a este subestilo del hardcore, alcanzó suficiente entidad para ser una realidad.

Y lo fue. Lo es. Curiosamente, me costó mucho menos de lo que esperaba, pues fue saliendo todo de una manera natural, orgánica, como si llevara toda la vida pinchando este tipo de música. Quizás ha sido por la cercanía con cierto tipo de makina, quizás fue por la energía que me genera, quizás lo motivó mi entusiasmo. No lo sé y, sinceramente, tampoco son importantes los procesos cuando el resultado, al menos para mí, es tan coincidente con lo que quería mostrar. Mi lado más duro. Haciendo una analogía con mi pseudónimo, DJ Hardbeat, la parte más dura de mi ritmo, esto es, The Hard Of My Beat.

I’m big, I’m bolt, I’m better”. 25 temazos que discurren por las ondas sonoras desde unos 180 bpm’s iniciales hasta unos 202 bpm’s finales de un modo frenético, pero sutil; de un modo absolutamente noventero, pues no me muevo de una horquilla comprendida entre los años 1994 y 1998; y de un modo, porque no decirlo, holandocéntrico, pues no puedo negar mi magnetismo musical hacia ese puñado de herejes ni el hecho de que el 80% de la música seleccionada provenga de esos duros Países Bajos. Una sesión, al cabo, que podría sonar después de que el mago del hardcore, una suerte de deidad barbuda, imparta catequesis ravera a un hardcoreta que, hoy en día, quizás ya no está tan verde. O sí. Vosotros decidiréis.

DJ HARDBEAT - THE HARD OF MY BEAT

Tracklist

1.- Inferno Bros. - Slaves To The Rave (PCP Mix)
2.- Lenny Dee and The Hardcore Warriors - Anywhere
3.- Knightvision - Knight Of Visions
4.- DJ Lancinhouse vs DJ Jappo - EXLXAXL
5.- Wedlock - The Tower
6.- Cybernators - No Out Of Here...
7.- Delta 9 - Cyborgasm
8.- Bodylotion - Fuck Martina (The Stunned Guys Mix)
9.- Predator - Mind Of A Lunatic 
10.- Nosferatu - The Future
11.- Masters Of Ceremony - Hardcore To Da Bone
12.- Neophyte - Execute
13.- Chosen Few - Name Of The DJ (Outside Agency Mix)             
14.- Bruyaa & Ozonic - Bring It On Down
15.- Neophyte vs The Stunned Guys - Army of Hardcore
16.- Ceasefire - Who's Afraid Of Noise 
17.- Lenny Dee versus DJ Paul - Anti-Procastination
18.- Fear Factory - T-1000 (H-K) 
19.- Rotterdam Terror Corps - No Happy Shit     
20.- The Destroyer - Street Fuckers
21.- Neophyte - A Roterdam Gabber
22.- The Outside Agency - Break It Down
23.- Hellfish - Ultimate Damage 98
24.- Lenny Dee - Forgotten Moments 
25.- Distortion & MC Raw vs Bass D & King Matthew - Lost Zehn 
15.02.2023 16:16

¿Heut' Ist Mein Tag? En efecto, como dice el aforismo, tempus fugit, el tiempo se va, se escapa entre las manos, se escurre como si fuera arena, sin que ninguno sepamos exactamente a dónde ha ido más allá de al pasado, sin que podamos retenerlo pese a que tratemos de controlarlo con relojes. Tic, tac. Eso es lo que pienso cuando veo la enésima cana de mi barba en el espejo y me recuerdo, maldita sea mi estampa, que ya he dado 37 vueltas al sol. Sin embargo, todavía pienso en él. En el chaval que fui. En aquel Sergio sin canas, sin barba, sin gafas, sin carnet de abogado, soltero pero enamoradizo, que pensaba que el tiempo era eterno y que de vez en cuando llama a la puerta de mi mente, recordándome lo que fui y lo que debo seguir siendo pese a que el tiempo corra, corra y siga corriendo. Toc, toc. Ese púber, que cumplió 16 años en ese lejano año 2001, me agarra de las solapas de la camisa en mis días oscuros, en mis grises días, en la bajona que me oprime ante tanta monotonía, ante tanta obligación adulta, ante una rutina asfixiante, pidiéndome que no lo olvide y que recuerde lo hermosa que es la vida. Que continúe volando mentalmente por esos maravillosos Deep Blue Skies que tanto me inspiraban cuando, ese mismo año 2001, recorrí por primera vez la preciosa Asturias. Que continúe siendo, al cabo, la persona sensible de piel erizada que todavía creía en las Eternal Emotions. Que la makina, en definitiva, ese estilo que forma tan parte de mí como mis ojos, orejas y manos, sea nuestro nexo de unión para siempre. El hilo conductor entre el pasado, el presente y el futuro.

Así que aquí me encuentro, unido en cuerpo, por supuesto, pero también en alma con aquel chico imberbe, que con Empaty me dice, mientras miro el espejo, Leave the silence, ve al ordenador y pon música, olvídate de tu Up Date de canas en la barba, de las deudas hipotecarias, de las obligaciones, de ese serio abogado que tiene que levantarse a las a las 7 de la mañana cada día para ir a trabajar. Porque no, a él no le puedo engañar, él sabe que, en el fondo, Don’t Wanna Work Today, ni mañana, ni la semana que viene, por lo que deje de comerme tanto la cabeza con subastas y concursos de acreedores; ese muchacho, de 16 primaveras, me insiste que he venido aquí a ser feliz y que la música es mi salvavidas. Mi tablón de madera en este océano amenazante. Y punto en boca. He de trabajar para vivir y no vivir para trabajar, etcétera; lugares comunes, sí, pero lo son muy poco comunes cuando llegas a cierta edad y es preciso recordarlo.

Y, en efecto, sin merecerlo, esos días grises recibo A Great Reward, siempre que le haga caso y la música me llene los oídos. Que no, Sergio, que no debes olvidarte de que, como dijo Nietzsche, “la vida sin música sería un error”; así que, cuando tengas un día de mierda, dile a tu Evil Soul que se vaya a paseo y dale al play. Vamos, que sólo tienes que Return To Harmony, volver al lugar seguro, tomar tu medicina musical. No te pide más ese adolescente todavía risueño, inocente, torpe en sus emociones, pero que vivía con la intensidad que merece esta existencia.

Oye, en serio, niño cabrón, déjalo ya, que al final voy a caer en una Melancoly perniciosa, pues a pesar de que los 40 acechan, me considero una persona que intenta ser todo lo feliz que puede feliz y tengo pocos motivos para quejarme, si bien siempre va bien saber de dónde vienes, echar la vista atrás, coger aire para seguir. Dar un paso atrás para avanzar dos. Y por supuesto, la música nunca ha desaparecido de mi vida, es como una droga, como mi Methadon personal que todo lo cura, incluida esa ansiedad de volver a ser joven que me invade muchas veces; aunque, querido Sergio de 16 años, la experiencia me ha demostrado que ser joven es una actitud, un estado mental, y eso es lo que realmente importa pese al paso de los años, aunque a veces me cueste asumirlo. Aquí hemos venido a ser felices, en efecto, y siempre nos tiene que acompañar una Funny Melody para salvarnos de los nubarrones que avecinan tormenta. Créeme, lo intento con denuedo, aunque no siempre lo consiga.  

Insiste. Remember Me, me dice ese Sergio de 2001, o principios de 2002, da igual, pues hasta mayo mantuvo esos escasos 16 años. Y yo le contesto que por supuesto. Que por eso le he dedicado esta sesión. Que por eso escribo estas líneas y le tengo en mi memoria, pinchando esa canción que tanto le gustaba llamada Dominator Sampler. Por eso hago que giren los platos y vea que, a pesar del tiempo transcurrido, sigo ahí, melodía y base, base y melodía, intentando mejorar día a día, intentando ofrecer lo mejor de mí mismo, pinchando a tres platos, si es necesario; ofreciendo al mundo mis Creation, aunque nunca alcanzaré el olimpo de los Greatests Dj’s, pues eso está reservado para los retrasados mentales que piden cinco pares de calcetines limpios antes de una sesión en directo. Al final, siempre lo he dicho, yo pincho para mí; es decir, para ti. Y es que, si tú quieres hablar conmigo, también yo quiero explicarte algunas cosas.

Y es que tú todavía no lo sabes, pero un día bailarás el I Believe delante de la cabina del Xque?, aporreando la cabina, chillando a Pastis y Buenri, tratando de tocar el techo, saltando, bailando, acelerando tus pulsaciones hasta los 180 bpm’s. Desde luego, ya hace mucho que ese Fantasy World desapareció, pero eso es algo que no tienes por qué saber, pues todavía te quedan muchas discotecas que pisar, mucha vida que recorrer, mucho que pintar sobre el lienzo recién estrenado hasta alcanzar el verdadero Artwork de tu vida. Muchos fines de año que pasar, en los que pincharás para tus amigos y les harás disfrutar hasta el éxtasis con el New Hardcore, que sube, sube, sube, sube hasta el puto infinito. Nada es Everlast, por supuesto, pero esos momentos los tendrás, te los llevarás, aunque todavía no lo sepas. Así que Turn Up The Music y deja que todo fluya.

Te alegrará saber, además, que todavía existe EQ+T. Sí, sí, ese programa de radio en que el escuchaste, a principios de 2002, como DJ El Brujo presentó el The War en la minicadena, mientras hacías los deberes, con un gusanillo en el estómago, sin saber que sería su último disco. No sólo eso, sino que, aunque durante muchos años los makineros hayamos sido unos Renegade, en 2020 escucharás una nueva canción de Fraktal y en 2022 celebrarás el 46 aniversario de Skudero en el Pont Aeri de Cerdanyola. Así que, en tus días grises, pues también los tienes pese a tu corta edad, piensa que te espera un futuro apasionante.

Sonríe. Consigo que ese Sergio de 16 años, que no acostumbraba a sonreír demasiado, pues como buen adolescente se pasaba el día enfadado con el mundo – y con 37, dirá quien me conozca-, sonría, pues pese al decurso de más de dos décadas, ese tío con canas en la barba no lo ha olvidado. Ni a la música que nos une, pues no se ha olvidado de una de sus primeras mezclas, el 99 Luftballons con el Rotterdam Hooligans; ni se ha olvidado del Hardkoor, ese temazo de The Masoquist que fue, literalmente, la séptima canción del estilo que se descargó del ya extinto programa p2p Napster. No ha olvidado, al cabo, que la música siempre le rescata, siempre le hace sonreír, ayer, hoy… y mañana.

Mañana. Ahora lo que siento –sentimos- es vértigo. Y es que estos últimos 21 años, que son los que median entre ese Sergio adolescente y el que escribe estas líneas, han transcurrido a una velocidad vertiginosa; como transcurrirán entre el que escribe estas líneas y el Sergio maduro, que con 58 años observará su vida ya de vuelta de casi todo con las canas como discurso y no como anécdota. 16 años. 37 años. 58 años. Qué momentos tan diferentes en la vida de una persona. Una vida resumida en tres cifras. Una vida que, entre todos sus vaivenes, sus sonrisas y lágrimas, sus euforias y tristezas, sus idas y venidas, solo merece ser vivida si somos fieles a nosotros mismos. Eso es lo que he intentado explicarle al Sergio de 16 años y es lo que espero del Sergio de 58.

La esencia. Eso es lo que he tratado de capturar con esta sesión. Mi esencia. Dos horas de música que me dedicó de manera retrospectiva pero que tiene vocación prospectiva, pues soy yo con 16 años, soy yo con 37 y seré yo con 58. Y así la he titulado. Mi vida en tres momentos, pasado, presente y futuro. Mi vida a través de la música, mi vida a través de 58 canciones que, como habréis ido comprobando, he ido dejando, miga a miga en el bosque de letras que configura este el texto, pues son tan parte de mí como las palabras que escribo. 58 temas que pretenden reforzar la promesa de que, dentro de 21 años, seguiré manteniendo la esencia.

DJ HARDBEAT - 16-37-58

Tracklist

1.- Blümchen - Heut' Ist Mein Tag
2.- P.C.P. - DJ's Track vol 2
3.- Sound Assassins - Deep Blue Skies
4.- CJ Rolo - Eternal Emotions
5.- Bunker - The Raveday vol 3
6.- DJ Krusty & Javi Tracker - Empaty
7.- Kaiser & Kura - Leave the Silence
8.- Organix - Update
9.- Xpanse - Don't Wanna Work (Original Version)
10.- Dakoma - Moskito IV
11.- SPD - A Great Reward
12.- Project X - Mobotron (Original Mix
13.- Electroconvulsive - Evil Soul
14.- Da Edge - Wizardry 
15.- D-4-MA 2 - D-4-MA 2 Base
16.- Faraway - Return to Harmony
17.- Colors - Melancoly
18.- Hard Nation vol 3 - Frenetic Base
19.- Enforce One - Methadon
20.- The Sound By DJ Skryker - Pi De Ka
21.- Ruben DB - Funny Melody (Original Mix)
22.- Oskar Mad - Remember Me
23.- Vicho Destroy - Dominator Sampler
24.- Delay System - Full Base (Velocity Remix)
25.- Bolo & Uri - Lo-Track
26.- Hard Nation vol 3 - Creation
27.- DJ Paul vs DJ Panic - Greatest DJ's
28.- Da Edge - I Believe
29.- Digital Base - El Pito K.O. (...y el grillo sin aparecer)
30.- Tony Lunatico - Fantasy World
31.- Sirrow - Der Bohrer
32.- Empire - Fantasy
33.- Art Of Fighters - Artwork
34.- DJ Plus & DJ Kini - New Hardcore
35.- SPD - A Great Reward (SPD Base)
36.- Mystic - Everlast
38.- Hard Nation vol 1 - Twister
39.- Toni Trauma - Agoraphobia
40.- Scott Brown - Turn Up the Music
41.- DJ El Brujo - The War (Tekno Mix)
42.- Pont Aeri vol 5 - Fly Attack
43.- DJ Pepebilly - Renegade
44.- Natas - Can't Do It (HRD CK)
45.- Fraktal & DJ Abel - 3-0 (Free!! Style)
46.- Skudero - Glycerin 2
47.- Wax feat Marian - Don't Let Go
48.- Arkanoid - The Bit
49.- Pont Aeri vol 6 - Reaching Dreams (Original Remix)
50.- Digital Boy - Dirty Muthafuckerz
51.- Los Niños - No Fuck In The Office (K-psula Bonus by J. Robles)
52.- The Sound - Dream Melody (Remix 2001 by DJ Skryker)
53.- Xavi Metralla - 99 LuftBallons
54.- Rotterdam Hooligans - Rotterdam Hooligans
55.- The Masochist vs Buzz Fuzz - Hardkoor
56.- DJ Promo vs Digital Boy - Serious Damage
57.- Kaiser & Kura - Out Of My Knifes
58.- Brain 19 - I loose my mind (Pulsating 303 Mix)
26.07.2022 00:00

Artículo anterior de la seriehttps://www.granollersonfire.com/news/historias-de-espana-de-pandemia-a-pandemia-1918-viii/

Al final, he caído. Demasiada bala había esquivado ya desde que la pandemia de SARS-COV-2 dio comienzo en China a finales del año 2019; en concreto, más de una docena de contactos estrechos sin haber resultado infectado, que se dice pronto y que habla muy bien de mi sistema inmune. Pero al final, la vuelta a la normalidad absoluta, el regreso a las discotecas, la eliminación prácticamente total de la mascarilla y la aparición de variantes extremadamente virulentas, pero menos graves, ha propiciado que los que habíamos evitado la enfermedad hasta ahora, nos hallamos infectado, como demuestra el test de antígenos que adjunto debajo de este párrafo. A decir verdad, mi experiencia como positivo de COVID-19 no ha pasado de varios días con mucha tos y picor en la garganta, una noche con fiebre moderada y sintomatología más parecida a un resfriado común que a otra cosa, con la diferencia de que yo no solía coger nunca este tipo de enfermedades pulmonares y ya no recordaba el malestar que generan. En definitiva, ha sido un breve suspiro frente a los vientos huracanados que en su momento hicieron parar el mundo; aunque, siendo franco, tampoco he estado todo lo tranquilo que hubiera deseado, pues el bicho sigue ahí, buscando recovecos para sobrevivir.

El caso es que, transcurrido casi año y medio desde que realicé el anterior artículo dedicado a la COVID-19, he considerado oportuno retomar esta serie de artículos por razón de haber contraído la enfermedad y con el objeto de que podamos echar la vista atrás y recordar qué ha ocurrido con la pandemia durante el año 2021 y durante lo que llevamos de 2022; a fin de atisbar, así mismo, dónde estamos y hacia dónde vamos.  Y comenzaré, como no podría ser de otra manera, con las vacunas. Asunto, éste, que no deja a nadie indiferente, tampoco a mí.

LAS VACUNAS CONTRA EL SARS-COV-2

Desde que el famoso coronavirus apareció en nuestras vidas, las farmacéuticas emprendieron una verdadera carrera armamentística para crear una vacuna que impidiera su propagación o que, al menos, limitara los efectos de la enfermedad. A finales del año 2020, comenzamos a escuchar nombres como Pfizer, Moderna, AstraZeneca, Jansen, entre otros nombres de compañías farmacéuticas, marcas comerciales, organizaciones científicas y toda una pléyade de entidades que, a codazos y a contrarreloj, intentaban ser las primeras en sacar su vacuna al mercado. Empezaron las bromas, claro: Pzifer es la compañía que inventó, por error, la famosa viagra, que trata la disfunción eréctil; y Jhonson & Jhonson, a su vez, tiene entre sus productos un aceite para bebés que algunos adultos utilizan para otros menesteres más prosaicos. Y llamar al cachopo Asturcenaca, por supuesto, que no se diga que los asturianos no tienen buen humor. Material para el cachondeo, había, desde luego.

En cualquier caso, la esperaba vacuna, en el momento que redacté el último artículo, estaba al caer: el día 10 de diciembre de 2020, se aprobó en Estados Unidos la administración general de la vacuna Comirnaty, de Pzifer-Biontech, y el 15 de diciembre del mismo año, en la Unión Europea. Dos semanas después, se vacunó contra la COVID-19 a la primera persona en España, una tal Araceli Rosario, de Guadalajara, una señora de 96 años que se hizo famosa del día a la mañana y que salió en todos los medios de comunicación. A partir de ese momento, dio comienzo la vacunación general de toda la población que, aunque lenta al principio y por orden de franjas de edad, alcanzó el 70% de la cobertura a finales de agosto de 2021; todo ello teniendo en cuenta, asimismo, que se aprobó la administración de tres vacunas adicionales a la de Pzifer-Biontech, a saber, la de Moderna, la de Astrazeneca y la de Jansen. Hoy en día, la vacunación de la pauta completa alcanza ya al 92,7% de la población mayor de 12 años, según fuentes del Ministerio de Sanidad.

Toda vez que las vacunas de Moderna y Pzifer exigían dos pinchazos, es decir, una primera dosis seguida de otra que completaba la pauta de vacunación, un servidor de ustedes no estuvo completamente vacunado hasta agosto de 2021. Experiencia, ésta, que me resultó infame, toda vez que tuve que comerme colas de más de una hora al sol, efectos secundarios indeseados y dolor de brazo. Era el precio a pagar por mitigar los efectos del coronavirus y me presté a ello sin vacilaciones, pero maldita sea, como era de prever no se hizo todo lo bien que debería. Y viajar a Málaga al día siguiente de ponerme la segunda dosis no fue una de las mejores ideas que he tenido, creedme. 

Sin embargo, estas vacunas no han estado exentas de polémica, si bien desde el oficialismo se ha caído en el habitual maniqueísmo que no permite ni la más mínima duda ni la más pequeña disconformidad. Veamos, a continuación, las luces y sombras de la vacunación:

- La vacuna no evita la infección, pero sí la gravedad: Si bien las farmacéuticas manifestaron, al principio, que su vacuna no sólo evitaba el desarrollo de una enfermedad grave, sino la propia propagación del virus, esto es, que no se produjera la infección del vacunado pese a la exposición al virus, el transcurso de la pandemia ha mostrado bien a las claras que esta segunda propiedad no se produce, pues la población se ha seguido contagiando, ya sea por las mutaciones del virus, ya sea por la ineficacia de la vacuna en esta cuestión.

En cualquier caso, hay hechos objetivos que prueban que, al menos, la vacunación sí que reduce la gravedad de la infección, aunque esta cuestión también debemos imputarla a las nuevas variantes del virus, más transmisibles, pero menos agresivas, como la variante ómicrom. A tal efecto, he preparado una tabla que establece dos periodos temporales y que fija dos parámetros comparativos: infectados y fallecidos antes de la inoculación de las vacunas al 50% de la población española e infectados y fallecidos después de la inoculación de las vacunas al 50% de la población española. Los números hablan por sí solos.

- Administración de varias dosis: Desde el principio, desde los medios de comunicación nos informaron que el tipo de vacuna que nos iban a inocular se fundamentaba, sin entrar en más detalles, en la modificación de nuestro ADN a través del ARN mensajero. La respuesta inmune de nuestro organismo, por tanto, se generaría a nivel celular y, por tanto, no era necesaria la introducción del agente patógeno moribundo en el cuerpo como ocurre con las vacunas que hasta ahora se estaban utilizando. Y hasta aquí puedo leer, pues no soy experto en la materia y no me gustaría ir más allá de lo poco que conozco... aunque me llama mucho la atención, pese a ser lego en medicina, que la respuesta inmunitaria que se reciba sea temporal. Y me llama la atención precisamente porque si se produce una modificación del ADN, cada nueva célula que se replique tiene memoria de dicha modificación, por lo que no entiendo la necesidad de írselo recordando. Comentario de cuñado, puede ser, pero algo no me cuadra.

El asunto es que la dosis completa, al principio, era la administración de dos vacunas, pero ahora se está planteando poner la cuarta dosis a toda la población tras haber puesto ya la “dosis de refuerzo”, es decir, la tercera dosis. Por tanto, la vacunación no se convierte en algo puntual, sino regular. Y se va cambiando de criterio sin dar demasiadas explicaciones. 

Esta situación, por supuesto, genera dudas y desconfianzas, pues puede parecer que las vacunas o no son útiles o no son prácticas, en el mejor de los casos; en el peor, que las farmacéuticas se están haciendo y se harán de oro mediante la vacunación de toda la población mundial varias veces al año con un virus que, por sus propias particularidades, no para de mutar. Un negocio bien lucrativo que cada vez más huele a cuerno quemado. Yo, sin ir más lejos, ni me he puesto la tercera dosis ni me pienso poner la cuarta o sucesivas, lo cual no me convierte en un antivacunas, sino en alguien que no quiere participar de este gigantesco negocio y considera que ya ha cumplido sobradamente.

- Efectos secundarios: No hay absolutamente ningún tratamiento o medicación basada en la química que no tenga efectos secundarios, es decir, interacciones indeseadas del compuesto tras su introducción en el cuerpo. La creación de una vacuna sin efectos secundarios o absolutamente segura era una utopía que mucha gente, al parecer, demandaba antes de prestarse a ser vacunado, por lo que hay mucha gente que se ha agarrado a ese clavo ardiendo para evitar la inoculación o para zambullirse en teorías conspiratorias delirantes: que si nos están introduciendo grafeno, que si nos están provocando el SIDA, que si moriremos en menos de un lustro, que si el 5G… En fin, una ristra de majaderías que, en todo caso, no deben hacernos perder de vista que, evidentemente, estas vacunas tienen efectos secundarios. Y algunos de ellos, graves, como la miocarditis y los trombos, que han causado varias muertes.

No obstante, la gran mayoría de las personas que se han vacunado no han tenido otra sintomatología que la habitual ante una respuesta del sistema inmune: fiebre, dolor muscular, cefalea, náuseas, mareos, entre otros. Yo mismo os puedo dar fe de algunos de ellos, pero vamos, todavía no he conseguido que se me quede pegada una cuchara en la zona del brazo en la que me vacunaron.

- Certificado COVID: Con independencia de las cuestiones puramente científicas y los conflictos que se puedan generar entorno a la efectividad y seguridad de las vacunas contra la COVID-19, el sector político comenzó a implementar una serie de medidas que, en el mejor de los casos, se pueden interpretar como rigurosas y, en el peor, como totalitarias: se introdujo una especie de pasaporte con código QR cuyo objetivo era poder verificar que una persona estaba vacunada. Este certificado se implementó, inicialmente, para volar entre países miembros de la Unión Europea, pero no tardó en ser necesario para entrar en restaurantes, discotecas o lugares de ocio con el objetivo de presionar a la población a que se vacunara. Evidentemente, esta medida me pareció un verdadero atentado contra la libertad individual, además de absurdo, toda vez que la vacuna no impedía la transmisión, sino la gravedad de la enfermedad, por lo que si alguien tomaba la decisión de no vacunarse al único que estaba perjudicando es a sí mismo.

Esta circunstancia produjo repugnantes discursos de algunos telepredicadores, o incluso de políticos, que literalmente pretendían señalar por la calle a los no vacunados como apestados, lo cual, además de moralmente reprobable, generó un precedente muy peligroso para cualquier medida que implemente el Gobierno: o estás conmigo o te aniquilo socialmente. Un verdadero escarnio. Afortunadamente, esta medida decayó hace varios meses y sólo queda su amargo recuerdo.

 

18.07.2022 16:42

En efecto, fue la penúltima. Así se llamó el último artículo que publiqué en mi blog a finales de febrero del año corriente recordando con nostalgia aquellas noches alejadas de las restricciones pandémicas y compartiendo con vosotros una sesión que preparé en honor de esa penúltima discoteca, esa penúltima noche, esa penúltima fiesta que tuvo lugar a principios del año 2020. Acertado título, desde luego. Acertado porque, visto retrospectivamente, poco imaginaba yo que en poco más de tres semanas desde que redacté dicho artículo me encontraría, precisamente, dentro de una discoteca. Mucho menos iba a imaginar que esa discoteca iba a ser el Pont Aeri. Y ya ni os explico lo remoto que era el hecho de que esa discoteca la abrieran de nuevo, literalmente, a 500 metros de mi casa. Pero así fue. Cosas veredes.

Y así las cosas, transcurrida la media noche del día 19 de marzo de 2022, en el descampado que hay delante de esta sala y con un cubata en la mano, me encontré escuchando una sesión makinera random de pie junto al maletero abierto de un coche en compañía de mis amigos y con la perspectiva de una noche de fiesta a manos de DJ Skudero. No sabía muy bien cómo sentirme. Era demasiado bonito para ser verdad: la makina como estilo parece estar renaciendo, las discotecas vuelven a abrir con total normalidad y trasladan el Pont Aeri a Cerdanyola, a 10 minutos andando desde mi casa. Maldita sea, qué acertado fue ese título. Nunca hay que decir que es la última vez. Jamás.

La discoteca no era la mejor, la música que sonó, en fin, tampoco fue la mejor -eh, Xavi Metralla-, pero volví a pagar una entrada, volví a girar mi muñeca derecha para que me pusieran un sello, volví a hacer cola para beber aguarrás, volví a bailar, a saltar, a darme un garbeo por la sala para echar un vistazo, a intentar no tocar nada del inmundo lavabo, a salir a fumar y a comentar la jugada, a saludar a gente, a mezclarme con cientos de personas sin mascarilla, maridando olor a alcohol, sudor y desinfectante con vatios de sonido. Volví, al cabo, a vivir una noche de fiesta con todas las de la Ley, incluyendo un mosqueo cebollino por un final de sesión indigno con pedodeviejacore, también conocido como frenchcore; pero, en fin, no todo el monte puede ser orégano.   

El caso es que, por fin, pude escuchar algunas canciones de esta nueva makina que parece estar resurgiendo no en una fiesta privada, no en mi casa, no en una sesión, sino en directo y en una discoteca. Pecata minuta en comparación con el remember que, por supuesto, imperó en prácticamente toda la sesión, pero no os imagináis la ilusión que me hizo escuchar una mezcla del Ruboy vs Aier - Microwaves con el Insert Coin - The Ultimate.

Y en este contexto, bajo estas premisas, tras más de un año sin preparar una sesión de temporada, me puse a ello. Llevaba meses preparando una mezcla por aquí, otra mezcla por allá, pero no acababa de dar con la clave para hacer una sesión con música actual que tuviera mis estándares de calidad. Quizás me faltaba este empujón. Esta ilusión. Este regreso. Y con ello os ofrezco una nueva sesión para este verano de 2022 que, por supuesto, será la penúltima. Siempre la penúltima.

DJ HARDBEAT - SUMMER SESION 2022

Tracklist

1.- Siscu C.R. - Resiste vol 2 (La Luz)
2.- Secret Phunk - I Wanna Rock You
3.- Kike Del Sol - Eclipse
4.- Xavi BCN - A Whiter Shade Of Pale 
5.- DJ T-T Destroy - Lost in Paranoid
6.- CJ Rolo - Android 
7.- Javi Tracker - Old Appears
8.- 4 Guns - Emergence 
9.- Puchy vs Barris - La Llave De La Fiesta
10.- Abel Effect - What! (Original Mix) 
11.- Aleks & Could - Let There Be Light
12.- Artic-Zone - Moonrise (T-78 Remix)
13.- Wasi Distorsion & The Name - Pastbreak 
14.- 50% Of The Dreamteam - B With You 
15.- Ruboy vs Pastis & Xavi Bcn - Last Requiem
16.- Simon J Bergher - The End Is Important (Trance Generators Mix) 
17.- Ruboy vs Radium - Judgement Day 
18.- DJ Meet vs DJ Paranoyd - Secret Nations 
19.- DJ Manu - Retrolina
20.- Tete Level - Independence 
21.- Brain 13 - Acid Machines (Cutoff Mix)
22.- Digital Commandos - Burnin Like Fire (Original Mix)

 

25.02.2022 14:45

Más de dos años. No es que yo sea persona que, a mi edad y con mi criterio, todavía habitúe a ir de discotecas cada semana, ni tan siquiera cada mes, prefiriendo a estas alturas de mi vida otras actividades; pero desde que cumplí los 16 años, jamás había estado tanto tiempo sin pisar una discoteca. Más de dos años. Dos años de pandemia, de restricciones, de cierres, de aislamiento, de cuarentenas… dos años que se han esfumado y que ya no recuperaremos. Por supuesto, intentaremos volver a la normalidad después de esta sexta y parece que última ola de COVID-19, pero ya nada será igual. Nosotros no lo somos. Y las discotecas, seguramente, tampoco.

El día 1 de febrero de 2020, poco imaginaba yo que iba a empezar este artículo de este modo. Tampoco imaginaba ese día acabar en una discoteca, pues estaba cansado, algo resacoso y sin ningunas ganas de ir; pero, al final, las mejores fiestas siempre empiezan así o con la manida frase de “sólo me tomo una”, ¿verdad?. Y así fue. Sobre las 20.00h, salimos de Cerdanyola, aparcamos el coche en el barrio de Guinardó y el metro de Barcelona nos llevó hasta Plaza España, donde dimos buena cuenta de una botella de ginebra y de más tabaco del necesario bajo unas sombras cercanas a la Fuente de Montjüic, evitando la indiscreta mirada de la policía. Risas, conversaciones sobe viajes, buen rollo, cubata va, cubata viene; en fin, lo que viene siendo un botellón al uso, canónico, de los de antes: clandestino, pequeño y oculto, sin aspavientos ni alaridos, nada que ver con los botellones multitudinarios absurdos que se han puesto de moda actualmente. Una previa en condiciones.

Curiosamente, la última vez que fui a una discoteca fue también la primera vez que fui a esa discoteca, pues a pesar de haber oído hablar de ella en numerosas ocasiones, nunca me había aventurado a ir: InPut Barcelona (High Fidelity Dance Club). Techno, me decían, por lo que me cuadraba música y paisanaje, toda vez que, en esa zona de Barcelona, los extranjeros seríamos nosotros. Ambiente guiri, pero elegante, nada de antros pachangueros sucios y decadentes de las Torres Mapfre. Así que, tras la satisfactoria previa, subimos andando por la carretera que lleva al Palau Sant Jordi hasta adentrarnos en el Poble Espanyol a través de la majestuosa Puerta de Ávila, que imita la muralla medieval de la ciudad de nombre homónimo. 

Poco esperaba yo que la última -penúltima, perdón, voy a utilizar el mismo recurso que con las copas- discoteca que iba a pisar en mucho tiempo me iba a alucinar hasta ese punto. Os lo aseguro. A estas alturas, repito, de mi vida, creo que habré pisado más de 40 salas de baile en más de 6 provincias españolas, sin olvidar el extranjero, los conciertos, los festivales y, en fin, todo un crisol de lugares de ocio nocturno; pero pocas veces había sentido lo que me ofreció Input. Era una discoteca total. Un equipo de sonido espectacular, el mejor que he visto en mi vida. Un equipo de luces y efectos que parecía, literalmente, una nave espacial. Una sala circular, llena de gente, en cuyo interior te sumergías en un mundo paralelo, con cada bombo golpeando tu pecho como un puñetazo. Así que, tras la ruta de reconocimiento habitual, pedirme un cubata y tomarme un chupito –de jägermeister, seguramente, no estoy seguro-, me introduje en el gentío para empezar a volar. Literalmente.

Pinchaba un tal Fideles. Techno melódico, no desprovisto de contundente bombo, que te hacía moverte sin necesidad de que le pusieras voluntad. La música se introducía en tu interior y te hacía fluir en una sala llena hasta los topes de personajes de toda condición que, en el mejor de los casos, movían la mandíbula por encima de sus posibilidades. No era mi caso, claro, yo con unos cuantos cubatas, un chupito y un par de caladas a un porro era feliz, no necesitaba más que música y más música. Melodías. Bombos. Psicodelia. Miraba a mi alrededor y las canciones iban pasando, junto con el tiempo, sin que me diera cuenta. Una verdadera experiencia.

La noche acabó de manera abrupta cuando la prima de uno de mis amigos, que había venido de Granada, detectó que le habían robado el teléfono móvil. Una gran putada que intentamos subsanar sin éxito con los porteros de la discoteca y que nos hizo abandonar la sala antes de lo previsto dirección a la comisaría de Plaza España. Al parecer, el paraíso de las discotecas también era el paraíso del ladronicio, pues había grupos organizados que se dedicaban a sisar móviles principalmente a los guiris y éramos como los cuartos que denunciábamos esta mierda esa misma noche. Así que jodidos, con un mal sabor de boca pese al festival que habíamos vivido, pillamos un taxi y volvimos a Cerdanyola, prometiendo volver en cuanto fuera posible; eso sí, con los móviles a buen recaudo.

Prácticamente una semana después, moría la primera persona de COVID-19 en España y, aunque todavía no lo sabíamos, nuestro mundo iba a cambiar por completo. Y esta discoteca, esta fiesta, esta noche, iba a ser la última noche normal de otras tantas noches que íbamos a pasar confinados, con el ocio nocturno clausurado, escuchando música desde nuestra casa, limitando el contacto humano, sometidos a un bélico toque de queda… y dejando promesas, ilusiones y fiestas en un cajón, encerradas, buscando mejores momentos.

Tenía que hacerlo y lo he hecho. Un homenaje a esta sala, a esta música, a ese dj, a esta noche. A la penúltima. Desde luego, no le podré devolverle el teléfono móvil a Nieves, pero puedo tratar de recuperar la esencia de ese día, lo que significó para mí, lo que ha supuesto durante estos últimos dos años. Y espero haber estado a la altura.

DJ HARDBEAT - LA PENÚLTIMA

Tracklist

1.- Monolink - Swallow (Tale Of Us Remix)
2.- NTBR - Power of Acid
3.- Smilla - Play (Worakls Remix)
4.- Charlotte de Witte - Return To Nowhere
5.- Atze Ton - Proper (Mozzy Rekorder Remix)
6.- Kalmer - Alternate Path (Original Mix)
7.- Alignment - Inner Voice (Original Mix)
8.- Regal - Fenix (Original Mix)
9.- Anna - Dimensions (Original Mix)
10.- KAS.ST - Hell On Earth (Original Mix)
11.- ASYS - The Acid (Original Version)
12.- Marcus Meinhardt - Lost Paradise (Lunar Plane Remix)
13.- David Temessi - The Seventh (Original Mix)
14.- Dominik Saltevski - Aspire
15.- Charlotte de Witte - Rave on Time
16.- Jacidorex - Trave
18.- Klangkuenstler - Armageddon
19.- MOTVS - The Warning
20.- Cherrymoon Trax - The House Of House (Thomas Schumacher Remix)

 

16.07.2021 14:08

Si hay una constante en esta era de la rápida transformación y el cambio acelerado es que, con independencia de la situación económica, pandémica, social, moral e intelectual, los héroes continúan surgiendo como hongos, hop, aquí y allá, debajo de ese árbol, al lado de ese musgo, en las heces de tu conejo tras varios días sin recogerlas –esto me ha pasado, lo reconozco-. Así que mi serie de artículos referida a los héroes postmodernos no sólo no ha perdido ni un ápice de modernidad, sino que en estos extraños momentos que nos ha tocado vivir continúan en el disparadero, pues estos personajes, como la vida, se abren camino.

Seguidme, seguidme, entrad conmigo en esta cueva. Hay caramelos.

HÉROE POSTMODERNO IV (Repartiendo galletas, que es gerundio)

Los iluminados prebostes de esta sociedad agilipollada pero pura de intenciones e imbuida de una elevada moral llevan unos cuantos años abominando las grandes virtudes de dar una hostia con la mano abierta a alguien, sea a niño o a adulto. Sí, sí, me refiero al guantazo, al soplamocos, al aplauso de cara, a la sonora caricia de una pícara mano contra un rostro desprevenido. Yo, que era niño de buen talante, pero algo cabrón, recibí no pocas bofetadas que corrigieron comportamientos que, a día de hoy, ni se me ocurre reproducir, pues quedó la lección bien aprendida con cinco dedos dibujados sobre mi cara; pero nuestros modernos pedagogos confunden un correctivo físico leve y excepcional con dar palizas por placer, como si fueran la misma cosa. Al parecer, un galleto bien dado causa trauma en los niños, a los que hay que aleccionar con sabias palabras, estrategias sentimentales y empatía paterno filial; ejercicios educativos, todos ellos, que están dando un gran resultado… ¿verdad?

Pues no. Estas majaderías no están dando buen resultado, pues la insolencia, la mala educacion y la arrogancia campan a sus anchas en mucha gente muy joven a la que nadie les ha girado la cara nunca. Yo no soy partidario de la violencia gratuita, pero en ocasiones es una respuesta legitima que evita males mayores. Y si hablamos de girar caras y de respuestas legitimas, os traigo un ejemplo que es más delicioso que una tostada con escalibada, olivas negras y anchoas. Sí, anchoas. Un manjar selecto, salado, sabroso, que en según qué contextos, no obstante, puede resultar ofensivo. Y si no, que se lo digan al youtuber MrGranBomba.

Este pelafustán, que a la postre es el insigne protagonista de estas líneas, se dedicaban a hacer el necio en YouTube a través de bromas sin gracia y payasadas que sólo gustaban a chavalería que todavía no tenía bello púbico. En uno de sus vídeos -que no puedo reproducir porque borraron el canal-, se dedicó a parar a gente por la calle e intercalar insultos de creación propia con preguntas sobre ubicación; consiguiendo que mucha gente se quedara cortada o que no supiera cómo reaccionar cuando un chaval, con normalidad absoluta, decía: “¿Sabe dónde se encuentra la Calle del Pecado, percebe engominado?”, “No me ha quedado claro, larva fecal, ¿puede volver a indicarme?”. 

Y así, igual que un niño rata que va tirando globos de agua a la gente por la calle, nuestro protagonista siguió con su juego, ofendiendo a personas que, en el mejor de los casos, querían que los dejaran en paz. Sin embargo, no todo el mundo reacciona del mismo modo. No todo el mundo toma una posición pasiva o complaciente. No todo el mundo está dispuesto a que semejante pollomoco esmirriado le pare por la calle y le llame cara anchoa.

Imaginaos la escena: un hombre joven, agobiado por su trabajo de repartidor, recibe el alto del youtuber faltón. Con paciencia, le ofrece las indicaciones oportunas, pero detecta algo anómalo. En la pregunta y en la posterior repregunta, se cuelan palabras que no proceden. En concreto, percibe que ese chaval le está llamado, con sorna, cara anchoa. Evita con todas sus fuerzas el enfrentamiento, le da varias oportunidades de irse. Pero ante su insistencia, pasa lo que debería haber pasado mucho antes: abofetea con rapidez gatuna, con fuerza colosal, el rostro del graciosillo con cara de cepillo, emitiendo una gran onda sonora a su alrededor. Severo correctivo al canto. Cara marcada por la infamia. Y, por desgracia,  una absurda polémica en la sociedad que acabó en nada .

Y sí, el youtuber aprendió la lección. Retratado ante toda España como un niñato, abofeteado con razón por un verdadero héroe, con el rostro magullado, como podeis ver en la imagen, moderó su comportamiento y, ahora, aunque su contenido sigue siendo vomitivo, al menos no toca los cojones a quien no debe. Y todo eso se lo debemos a un tortazo dado a tiempo. A un tío mosqueado que dijo que hasta aquí habíamos llegado. Un repartidor que tanto te entrega un paquete como te alecciona al adolescente tocacojones con su divina mano. Con sus cinco dedos cargados de justicia. Un jodido heroe postmoderno.

Gran Bomba, youtuber faltón,
al final te llevaste un bofetón.
 
Persona equivoca encontraste
y su buen talante afeaste,
recibiendo sonoro soplamoco
que a muchos nos supo a poco.
 
Cinco dedos en tu suave rostro, 
enseñan, como un buen maestro,
que al prójimo no debes insultar
si roja tu faz no quiere acabar.
 
Gran Bomba, fuiste un ruin majadero,
y un sopapo te llevó al recto sendero
 

HÉROE POSTMODERNO V (Para vacuna, la que tengo entre las piernas).

Después de muchos, muchos, muchos años de aficionado a la pornografía, he visto, literalmente, de todo. Internet es un agujero negro de depravación y cualquier fetiche, por raro, disparatado o cochino que sea, encuentra su lugar. Yo, que públicamente diré que soy un hombre de gustos muy normales, buceo en páginas web de pornografía en streaming buscando vídeos de lo más normales; es decir, enanos albinos hermafroditas penetrando analmente a abuelas negras con los pezones anillados. Cosas así. El caso es que, con tantos años de almanaque marrano a mis espaldas, he tenido el placer de conocer el freakismo más absoluto dentro de este mundo.

Y ojo, no digo freak en el mal sentido, como por ejemplo el turbio Torbe, sino a peña que huye del clásico concepto del tío mazado con polla gorda. En el caso que nos ocupa, polla tiene, y mucha, pero lo que hay detrás de ese gran miembro es un chavalillo delgado con cara de panoli. Érase, en definitiva, un actor porno a un rabo pegado, llamado Jordi, pero oriundo de Ciudad Real. No en vano, se hace llamar Jordi El Niño Polla. Especializado en follar con maduras ya sea haciéndose pasar por doctor, por amigo del hijo de la madre cachonda, por adolescente aturdido, por tímido virgen o por pardillo random que oculta tener más polla que brazo, se ha currado una exitosa carrera. Y me parto con él. Es un tío que ha sabido explotar su condición y que nos enseña su periplo profesional a través de una serie llamada “Mi dura vida” en YouTube. Y que, como os imaginaréis, es carne de meme.

Hace unos años, en un viaje norteamericano que realizó durante varios meses patrocinado por la productora Brazzers, consistente en recorrer ese país de Este a Oeste ofreciendo su gran atributo a toda madura que se terciase, hizo un sketch fabuloso en el que se hacía pasar por doctor para darle amor a una enfermera de busto generoso. Veni, vidi, vici, llegó, penetró y eyaculó sobre el rostro de Brooklyn Blue. Una escena pornográfica más, al cabo, con un guion pésimo que recrea una situación absurda, pero que dejó el terreno abonado para que una pandemia rescatara esas imágenes.

El seguimiento de la pandemia de COVID-19, por sus especiales características y por la época histórica que le ha tocado en suerte, ha encontrado en las redes sociales e Internet, en general, su principal medio de información; con todo lo bueno y lo malo que ello representa. Las fake news eran y continúan siendo cosa habitual y tienes que estar muy atento para que no te la den con queso, como se suele decir. Y los trolls -¡Ay, mis queridos trolls!-, han hecho su trabajo; y cómo:

Para empezar con el periplo troll de nuestro polludo heroe, nos retrotraemos a los peores momentos de la pandemia de COVID-19. Denominado falsamente como Pedro, Jordi El Niño Polla se coló con su disfraz de médico cachondo en un memorial efectuado en la Catedral de Lima, Perú, dedicado a las víctimas del COVID-19Algún desaprensivo introdujo esta fotografía como si nuestro querido Jordi hubiera fallecido combatiendo la pandemia cuando, en realidad, seguía follando como si no hubiera un mañana con hermosas chicas; eso sí, con mascarilla y previo PCR. Me diréis, a ver, colársela a un eclesiástico peruano quizás no es lo más difícil del mundo, y en ello os tengo que dar la razón. Así que va, le doy un 6, nos echamos las risas de rigor y corremos un tupido velo. Pero ahí no acaba la cosa.

No sé para vosotros, pero para mí, si hay algo más repugnante que una mosca verde posada sobre tu comida o ver a un perro comiéndose su propio excremento, es ver a un político utilizando la corrección política y la falsa empatía para ganarse el cariño del populacho. Y por eso, cuando meten la pasta hasta el fondo, no puedo sino alegrarme; y si, además, participa en ello Jordi El Niño Polla en ello, muchísimo mejor. En este particular caso, trolls mediante, corrió por las redes esta imagen:

Como os imaginaréis, toda la generación boomer, a excepción de los aficionados a la pornografía -que no son pocos, cabe señalar-, cayó en la trampa y compartió esa imagen por todas sus redes sociales, para regocijo y jolgorio de gente como yo, que veía a su madre o abuela con una fotografía de Jordi El Niño Polla en el WhattsApp; pero se supone que un político tiene sus asesores, sus herramientas para combatir la desinformación o, maldita sea, más capacidad para esquivar estos memes. Craso error. Una diputada del PP de Asturias, Reyes Fernández, trasladó el pésame a todos los familiares de “Alberto Sánchez” en una comparecencia pública en la Junta General del Principado. Maravilloso. Esta vez sí, os doy un puto 9.

Un héroe sin capa, sin lugar a dudas. ¿Os dejáis vacunar por él?

HÉROE POSTMODERNO VI (Pollavieja y Chochorancio se lo pasan chachi piruli con la pandemia, tronco)

Si hay una situación que hace sonar la alarma del detector de vergüenza ajena hasta dejarte completamente sordo es la de una persona mayor intentando comunicarse con una persona joven usando, valga la expresión, “su mismo idioma”; esto es, su jerga, sus bromas, su manera de entender el mundo. El salto generacional pocas veces es más evidente que en estas situaciones y el emisor del mensaje, en lugar de conseguir su objetivo, es percibido por el receptor como un imbécil; o, utilizando terminología más millenial, como un pollavieja, en caso masculino, o una chochorancio, en caso femenino. Aquí hay para “todes”.

Cuando esta situación se produce dentro del hogar, con el padre dándole una caja de condones a la hija delante de sus amigas acompañando el ademán con un guiño de ojo o con la madre diciéndole a su hijo, tras pillarle una piedra de grifa, que ella también había “esnifado marihuanas” de joven, la vergüenza ajena alcanza cotas moderadas, soportables, incluso entrañables; y, además, se produce un curioso hecho: tanta vergüenza siente el receptor como el emisor, pues los padres que recurren a estas torpes prácticas lo hacen para tratar de acercarse a sus esquivos hijos adolescentes sin más recurso que su propia experiencia,  recurriendo casi siempre a la improvisación. Joder, yo, que fui un adolescente pajero y malhumorado, no sabría cómo relacionarme ahora con un hijo adolescente pajero y malhumorado. Y seguramente metería la pata, causando rubor propio y ajeno, cuando le aconsejara que probara las duchajas -ducha + paja-, en lugar de estar media hora encerrado en el baño.

El caso es que, cuando esta situación no se produce dentro del hogar, sino a nivel público, ejecutada por políticos de diversa condición aconsejados por sesudos asesores de abultado salario, la vergüenza ajena alcanza niveles que nuestros padres ni pueden soñar, pues ahí hay ensañamiento. Hay empecinamiento. Hay alevosía. Maldita sea, no me creo que no haya nadie que les aconseje que no abran esa puerta, que no crucen esa línea, que no entren en ese jardín; no sé, el Departamento de Jóvenes y Jóvenas, el Observatorio del Porro Transversal o el asesor de adolescencias adolescentes que a golpe de 80.000 pavos al año monta fiestas, saraos y conciertos –un curro que pagamos tú y yo-, debería decirle al político de turno que eso que pretende pasó de moda en el siglo XVI. Pero no.

Ejemplos haylos a manta, pero la campaña para la prevención de la pandemia de COVID-19 entre los jóvenes perpetrado por el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Murcia ha superado cualquier expectativa. Merecen vítores, laureles, pétalos de rosa y coronas -no de virus, sino de las de oro-, pues se han pasado el juego de la pollavejez. Han cruzado líneas de vergüenza ajena que parecían imposibles. Y no, no es necesaria la campaña entera para comprender la magnitud del asunto, sino que con una simple imagen os voy a follar la mente:

Un teléfono móvil de los años 90, unas llaves con un llavero de Pac-Man, una rima indigna que incluye la palabra “molar”, “mogollón” y “ligar” y un recuadro cutre con el mensaje escrito con Calibri –al menos no es Comic Sans- que seguramente habrán hecho con el Paint de Windows; todo ello sobre un fondo de colores chillones que, por supuesto, interpela a “los más jóvenes”. Todo muy moderno. Todo muy joven. Todo muy...

Os lo juro, no encuentro palabras para definirlo. Esta campaña publicitaria ha cruzado la frontera de mi terminología e imagino que la de la Real Academia Española para encontrar un calificativo, un epíteto que asignarle. Pero es que si entramos más en detalle y comprobamos que hay un vídeo que dinamiza esa imagen con música con ritmo descuadrado, voces metálicas y otros recuadros con rimas todavía mejores, no me queda otra que quedarme callado, no decir nada; sino sencillamente agachar la cabeza y mostrarles mis respetos a estos héroes de la vergüenza ajena. Hay quien les llama catetos, no sin razón, pero yo prefiero denominarlos héroes postmodernos.

Al ejecto de acompañar mis palabras, os dejo fotos de la presentación oficial de la campaña, para que no penséis que esto es una broma de mal gusto sobre esta Comunidad Autónoma tan dada al cachondeo, una captura del Facebook de la Región de Murcia en el que hacen publicidad de este excremento líquido para que podáis disfrutarlo en toda su extensión y compartirlo con vuestros “panas”, así como un enlace a un vídeo de Canal 7 para que disfrutéis de la canción y de la chapa que os pegan al respecto. Que no se diga que no soy chachi piruli, tronco.

¿Lo vas pillando? Es muy sensillo.

So easy.

11.07.2021 18:49

A finales del año 2015, preparé un podcast cuyo objeto era alzar la voz contra los que propugnan que, a partir de los 30 años, tu bagaje musical se detiene y sólo disfrutas con lo que has venido acumulado hasta esa edad. Me negué a aceptarlo y hoy, 6 años después, sino sin aceptarlo, aunque reconozca que cada vez tengo más dificultades. No todo el monte es orégano, por supuesto, ni siquiera una pequeña parcela del bosque, pero como aquella familia de trompetas amarillas que aparecen bajo el musgo pisoteado, hay música para el que la sabe buscar; cosa que lleva tiempo y paciencia, cabe señalar.

Si con otros estilos mi esperanza se mantiene baja, pero estable, con la makina mi esperanza rozaba el cero absoluto; pero me equivocada. Vaya, si me equivocaba. Y vaya si me alegro de meter la pata en este caso. Durante el 2020 y lo que llevamos de 2021, han surgido numerosos proyectos, no sólo de producción, sino de mezcla, que han permitido focalizar en música toda aquella energía que el confinamiento pandémico generó; siendo, ésta, consecuencia positiva de una situación tan desagradable como la que todavía estamos viviendo. El caso es que la makina, tímidamente, pero con un empaque que no veía desde hacía muchos años, ha empezado a abrirse un nuevo camino, ha brotado de sus cenizas ya frías. Y tiene parte de culpa un tal Rubén Moreno, que seguro que conoceréis...

Os podría explicar muchos dimes y diretes, deciros quién, cómo y dónde, pero estamos hablando de música, así que considero que una sesión puede decir mucho más que mil palabras. Así que escuchad, disfrutad, sonreíd de nuevo, pues, aunque nos pille con canas en la barba, no vamos a dejar escapar esta nueva oportunidad. Aunque sea flor de un día.

DJ HARDBEAT - SUMMER SESION 2021

Tracklist

1.- Codo & Gonza - Already Gone
2.- Lola & Konec - Spook 2
3.- Victor Ronda & DJ Contra - Final Destiny
4.- Ruboy vs Aier – Microwaves
5.- Could - I Can Make This
6.- DJ Puchy & Javier Guerrero - Symphony Melody
7.- Trance Generators - Bang The Drums
8.- Al Storm & Euphony feat Laelia - Never Loved Me
9.- Wasi & BCN - Technoban
10.- Insert Coin - Makina Station
11.- SK9 - Tube (Size Mix)
12.- DJ Sami & DJ Kubik - Mistake 101
13.- Xque? vol 3 - Base Cara B
14.- Be Loud - Red Space
15.- DJ Eirbee - Evolution Base
16.- Insert Coin - The Ultimate
17.- Ruboy - Demolition Base
18.- Pastis & Xavi BCN - Amanecer by Cogo
19.- Poker Bases EP - Tete Level
20.- Antuan - Speed Bass
21.- DJ Pastis - Return To Classics
22.- Marquiz de Sade - Sadizm
23.05.2021 10:44

Han pasado más de 20 años, pero hay sensaciones que no se olvidan. De hecho, es un recuerdo vívido, colorido, rodeado de tal halo de fantasía que muchas veces creo que lo vivió otra persona, en otro planeta, en otra dimensión. Pero no, fui yo, estuve ahí, viví aquéllo, escuché aquellas canciones mientras sonreía, aguantaba un cubata de Ballantines con Red Bull en la mano y lucía torpemente mis pantalones blancos de campana, mi camiseta arrapada, mi pelo engominado y mis 16 años recién estrenados. Todo era nuevo, todo era interesante, atrayente, magnético. Todo era nuevo menos Franco Battiato, que no sólo iba a marcar mi generación, sino que llevaba décadas marcándolas.

Cerco un centro di gravità permanente”, decía una canción, mientras los 130 bpm’s de la versión italodance de Eiffel 65 de este clásico de Franco Battiato hacían que mi corazón se acelerara, mi cuerpo se moviera y mis ojos se cerraran. Las luces de la discoteca parpadeaban a mi alrededor y, en ese momento, mi centro de gravedad era ése. Ese era mi mundo. Mi momento. “Che non mi faccia mai cambiare idea sulle cose, sulla gente”, continuaba, y yo bailaba, sonreía, vivía con una intensidad adolescente que ahora, a mis 36 años, sueño con volver a sentir fuera del país de los recuerdos; pues la discoteca a la que me refiero fue demolida hace más de una década, los pantalones de campana ya no me caben y aquél inocente, inexperto e apasionado adolescente ha dejado paso a un abogado que se niega a crecer, pero que lo ha hecho, muy a su pesar, siguiendo el implacable dictado de las agujas del reloj.

Voglio vederti danzare, come le zingare del deserto” decía otra canción que, directamente, me volvía completamente loco. Y la veía bailar, a ella, a esa chica rubia, morena o pelirroja, qué más da, que hacía palpitar mis hormonas, que ya de por si estaban al borde de la ebullición. Y bailaba yo también, saltando, moviendo los brazos, la cadera, las piernas, sin que pudiera hacer nada por evitarlo. En este caso, era una versión de Prezioso feat Marvin de otro clásico de Franco Battiato. “Gira tutt'intorno la stanza, mentre si danza, danza”, decía el estribillo, como una explosión de felicidad, de energía, de buen rollo. De la música que me hacía vibrar. Cada semana esperaba esa canción. Cada vez que entraba en la discoteca. Cada sábado por la tarde. Era un himno. Era el himno. Era la banda sonora de una época maravillosa.

Por eso, cuando escuché que Franco Battiato había fallecido, una parte de mí murió con él. Por supuesto, nos queda su música, nos queda su voz, nos quedan los momentos en los que nos acompañó, pero el mundo es ahora un poco menos luminoso, un poco más triste, un poco más frío y distante. Por ello, hoy escribo estas líneas. Por él, por mí, por todos los que amamos la música. Por ese siglo XX que poco a poco se nos escapa entre los dedos para dar paso a este futuro incierto de redes sociales, de pantallas, de aislamiento, de ausencia de contacto humano.

Y para hacer frente a tanta melancolía, os dejo una preciosa canción que ofrece un rayo de esperanza y que, pese a su antigüedad, está más vigente que nunca: Pobre patriaSí, cambiará. Verás que cambiará. 

Arrivederci, Franco.

11.05.2021 19:49

Creo que, desde que cree la web, nunca he estado tanto tiempo sin publicar nada, pero siempre hay una primera vez para todo y este 2021, a diferencia de los años anteriores, han emergido duros competidores a mi afición escritora y podcastera: dos videojuegos supremos. ¿Qué? ¿Os esperabais otra cosa? ¿Un hijo, quizás? ¿Un tardío entusiasmo por la jardinería de marihuana o el bricolaje? Al final, por mucho que haga dos días que haya cumplido los 36 años, sigo con mis perpétuos 25 años mentales que, si todo va según mis previsiones, mantendré hasta que estire la pata. Así que sí, videojuegos. Y qué videojuegos: Ghost of Tsushima y Cyberpunk 2077. Y lo peor es que para mi cumpleaños me han regalado otra joya de CD Projekt: The Witcher 3. Pintan bastos para el blog.

En fin, el caso es que, entre partida y partida, entre mongoles invasores y las provocaciones de Jhonny Silverhand, sentí la necesidad de seguir con mi afición extrema hacia la música. Un podcast tiene mucho más trabajo de edición y un artículo requiere documentación, análisis, revisiones; así que crucé el camino de menor resistencia: grabé una sesión de temporada. Una sesión, cabe añadir, que pretendía ser la última que tuviera como base la makina actual, o lo que queda de ella, por lo que exigió que rebañara el tarro de mermelada hasta dejarlo cristalino. Ya no hay más de donde rascar, me dije.

No obstante, desde que preparé esta sesión a mediados del mes pasado, la makina ha experimentado un avance significativo que, desde luego, no esperaba en asboluto: han aparecido nuevos sellos que operan a velocidad de crucero a manos de productores que regresan con fuerza y con una calidad difícil de encontrar en años pasados. Será la pandemia, serán las ganas de fiesta, será el éxito de algunos canales de YouTube, será la vuelta de EQ+T... no sé exactamente qué ha sido o dejado de ser, pero el hecho cierto es que la makina vuelve. Regresa. Me da una patada en la boca cuando entono el requiem en mis podcast. Y no podría parecerme mejor.

Así que, como con la cervezas en el bar, esta sesión de temporada será la penúltima. O la antepenúltima. O sencillamente la de primavera de 2021. Chi lo sa.

Tracklist

DJ HARDBEAT - SPRING SESION 2021

1.- AVB feat SDA - In & Out Of Love (Hixxy, Sy & Unknown Remix)
2.- DJ Virus - Masterz Of Bass (Blutonium Boy Hardstyle Mix)
3.- Plus System - This Is How We Do It (Original Mix)
4.- Al-Khemiens Present DJ Robert & DJ Sisu - The Hard Beats
5.- Javi Tracker & Alex - Old Sensations
6.- Cross-B & Raul Lokura Presents DJ Fires - Blue Fire (Original mix)
7.- Kase.O - El Círculo (Intro)
8.- DJ Konec - Would Suck
9.- Ger and Enef - Male-K
10.- Gammer - Re Sauce VIP
11.- Audio Damage - Garlic Breath Tosser (Trance Generators Remix)
12.- Da-Paka - Free Your Energy
13.- Javi Tracker - 4 The Mc's
14.- Ruboy - Good Vibrations
15.- Mugi - Pure Sentiment
16.- DJ Sanlok - Thunder Base
17.- Lazzard - Go (Original Mix)
18.- Autokriminal - D.N.G.
19.- Fraktal feat Sarah De Warren - Rainbows
20.- Lupo & David-D - LSD
21.- David Traya & DJ Destruxion - Microworld X
22.- Hypasonic - Lost Without You (Squad E Remix)
23.- DJ T-TY - Crazy Scratch
23.- Pastis & Xavi BCN - Mer
25.- Brain 16 - Acid Devil (TB Mix)
26.- Raul Lokura - Aura
27.- Shox vs Uri Track - Action Reaction
20.12.2020 11:27

Son las dos de mañana. Miro por la ventana con no poca aprensión y compruebo que Cerdanyola del Vallés se continúa pareciendo al pueblo del aterrador videojuego Silent Hill. El día anterior al que escribo estas líneas cayó sobre mi pueblo un diluvio que pareció anegarlo todo, destruyendo tendido eléctrico, vehículos, casas y minando ya la depauperada moral que venimos arrastrando; y dejando, tras de sí, no sólo los mencionados estragos, sino una espesa niebla que, durante esta noche de insomnio, me está produciendo una profunda desazón cada vez que desvío la mirada hacia la ventana. De momento, parece que Pyramid Head no ha hecho acto de presencia, pero teniendo en cuenta el desarrollo de este siniestro 2020, tampoco parecería una idea descabellada: pandemias, diluvios, destrucción, restricciones, soledad, ruina económica, y no descarto que, antes de acabar el año, alguna infamia se una a las ya mencionadas, al puro estilo de las diez plagas de Egipto. Desazón, sí. Aprensión, también. La moral por los suelos.

Después de la tormenta viene la calma. Un día más es un día menos. Saldremos más fuertes. Estímulos esperanzadores que recibes e intentas creer, pero el tiempo pasa, y ni calma, ni días de menos, ni fuerza de ninguna clase. Imagino que cosa parecida pensarían los ingleses durante la Segunda Guerra Mundial al leer los carteles pegados por todo Londres que rezaban Keep Calm and Carry On; pero comparar a Winston Churchill con Pedro Sánchez es como comparar a un caballo alazán con una hiena. No es lo mismo, desde luego. Y toda esa retahíla de hueca esperanza dicha en boca de traicioneros ganapanes no hacen sino acrecentar nuestra desesperanza y minar todavía más nuestra moral, pues nos da la sensación que somos putas que, encima, ponen la cama.

Así que sí, estamos solos ante este terrorífico 2020 que, por suerte, llega a su fin. Desde luego, no sé si el 2021 nos va a traer más raciones del mismo puchero, pero yo, aunque no crea en propósitos de año nuevo, he decidido hacerme uno que os hago extensivo a vosotros: dejar atrás la tristeza, la melancolía y la desazón. Porque sí, para los millenials y centenials y demás débiles seres humanos nacidos a partir de 1980, esta situación puede ser apocalíptica, pero nuestros abuelos vivieron una maldita guerra, pasaron hambre, recibieron balazos, y nunca les vi llorar por las esquinas. Nuestros padres trabajaban 25 horas al día en trabajos de mierda y les quedaba tiempo para llevarnos al parque. Este 2020 es, a todos los efectos, una cálida charca de agua frente a los fríos océanos que ha tenido que atravesar la humanidad y nuestras quejas infantiles tienen que quedar atrás.

Así que yo me quedo con Winston Churchill y su frase, pues un inglés desembarcando en Normandía tenía más motivos para tener la moral por los suelos que un pajero en pijama confinado en su vivienda con Internet, calefacción, nachos con queso y una esperanza de vida, pese al SARS-CoV-2, que duplica la de principios del siglo XX. Así que Keep Calm, sí, mantened la calma, levantad la barbilla, sonreíd a la vida que tenemos, pese a todo, y bailad, aunque sea en casa. A la mierda el pesimismo, los lloriqueos, las noticias de terror, el miedo y, por supuesto, los que pretendan deciros cómo os tenéis que sentir. La esperanza, al cabo, es lo último que se pierde, ¿verdad?

Así que, con todos vosotros, os presento una sesión makinera que destila buen rollo y que espero que os pueda ayudar en este propósito de año nuevo. Puedo, podéis, podemos. Y no me refiero al partido político, precisamente.

Keep Calm and Dance for Hope

1.- Rolo & Ruboy feat Marian Dacal - Love 4 Harmony (Extended Mix)
2.- Remixes 02 - Base X (Original Version)
3.- Re-Con - God's Child
4.- DJ Baruk & Dan - The Wharf
5.- Obsys - Spektrum
6.- DJ Sow - Modular Xciter
7.- SFDK - Después De (Acapella)
8.- Zairon - Acid Park (Zatox Remix)
9.- Technikore feat Lisa Abbott - My Intention (Dougal & Gammer Mix)
10. 2 Brothers of Hardstyle - I Love This Record (2 Brothers of Hardstyle remix)
11.- Roger Hard - Poison Synth (Suppository 4 Rookies)
12.- K-Rlos DJ - Convoluted 
13.- Raul Lokura - Base Rlk Vol 1
14.- DJ Jos-L - Tattoo (Hard Remix)
15.- Gacia, Julio and Torria - Take That 
16.- Heaven 7 - Hozelock (Original Mix) 
17.- Bart Spinelli feat Mad Bob - Fuera De Cavessa
18.- Scott Brown feat Cat Knight - All About You
19.- DJ Meet - H2SO4 (Original Mix)
20.- Sepi & Bull - Amazing
21.- DJ Mochue & DJ Gino - Dinner 09
22.- CJ Alarm - Gravitation
23.- Overdrums - Informations (Brain Ovulation Remix)
24.- JD-KiD & Kimet - Be Here With You
 
Elementos: 1 - 10 de 106
1 | 2 | 3 | 4 | 5 >>

Contacto

Granollers On Fire granollersonfireweb@gmail.com